miércoles, 26 de octubre de 2011

  San Benito


 San Benito es celebrado con entusiasmo en los estados occidentales: Zulia, Trujillo y Mérida. Los muchos devotos de esas regiones le atribuyen al santo amplios poderes curativos, considerándosele, además, protector de las cosechas y los negocios. El estilo de las fiestas populares de San Benito varía según la idiosincrasia de cada pueblo. Mientras los zulianos, con sus tambores chimbángueles, le imponen gran animación y euforia, los andinos expresan su devoción de manera recatada y solemne.

    En Mucuchíes, estado Mérida, la festividad de San Benito se distingue por la organización de un ejército de hombres, mujeres y niños que simbolizan el espíritu combativo y guerrero de los mucuchicero. Es un estilo de festejo, que según la historia oral, quiere rememorar la aparición salvadora del santo en una batalla del ejército de El Libertador, que condujo al triunfo de los pobladores de Mucuchíes. Por eso cada 29 de diciembre bajan los artilleros o devotos de San Benito, con sus caras pintadas de negro, desde los caseríos de Mocao, Mucumpate, Misintá y Apartaderos, entre otros, vistiendo uniformes y portando antiguas armas de fuego. Es una celebración donde se han mezclado hechos de la historia local con elementos religiosos; la pólvora ha pasado a ser el símbolo central del homenaje a San Benito.




Diablos Danzantes de Yare

Esta danza tiene raíces en la Europa medieval, en tradiciones que buscaban recordar al pueblo cómo el mal había sido vencido por la cruz. Cortejos de gigantes, tarascas y diablitos huían en apariencia del Santísimo Sacramento de la Eucaristía. A dragones serpenteados que simbolizaban el vencimiento del mal se le unían en la procesión órdenes militares, representantes de instituciones civiles y las cofradías de diferentes gremios con sus estandartes.

    En Venezuela esta tradición se desarrolló en tiempos coloniales. En 1619, comedias o pasos de figuras mudas eran representadas para el regocijo de los vecinos, junto a danzas de muchachas mulatas e indígenas de repartimiento. La participación femenina en estas danzas se mantuvo hasta 1687, porque el Obispo Diego de Baños Sotomayor prohibió su presencia en las “Constituciones Sinodales del Obispado de Venezuela”. Este obispo aseguraba que las danzas de mulatas, negras e indígenas perturbaban e inquietaban la devoción. Fe y devoción fueron reglamentadas por las Sinodales. Curas doctrineros y párrocos se esmeraron en crear Cofradías del Santísimo Sacramento en sus respectivos pueblos y parroquias para agrupar almas devotas.

    Los Diablos Danzantes se desarrollan en varias regiones de Venezuela, tomando en el estado Miranda el nombre de Diablos de Yare. En la actualidad se mantiene la costumbre de asociarse en cofradías o hermandades, con reglamentos, creencias, ritos y música propia; y trajes coloreados en la mayoría de los casos. Esta danza expresa también las africanías y sincretismos que no pudieron ser constreñidos por el ordenamiento de las Sinodales. La memoria y la historia acumulada a lo largo del trabajo esclavo en las plantaciones aflora con claridad en los Diablos de Chuao, Ocumare y Yare. Otras historias más recientes se reinscriben en los diablos de Turiamo y Naiguatá. En los primeros la territorialidad perdida, en los segundos la proximidad a los procesos urbanizadores.




Paradura del Niño

   Una de las tradiciones emblemáticas de los Andes venezolanos, es la Paradura del Niño, una celebración que se lleva a cabo en los días posteriores a la nochebuena (24 de diciembre). Especialmente a lo largo del mes de enero y hasta el 2 de febrero, día de la Candelaria.

    Esta tradición de origen católico celebra que el niño Jesús simbólicamente ya puede pararse. Generalmente está motivada por una promesa ofrecida al Niño Jesús o por simple adoración a su figura. El ritual consiste en “parar” al niño del pesebre y trasladarlo en recorrido, con la participación de una o más parejas de padrinos, un rezandero, músicos, cantores, devotos e invitados en general.

    La música juega un papel de primer orden. Los cantos, generalmente, entonados a dos voces, son acompañados con instrumentos de cuerda como el violín, el cuatro y la guitarra. Entre los cantos se estila el de coplas, romances y décimas para los momentos místicos, y el de aguinaldos y parrandas para el paseo.

    Hoy por hoy, la celebración de la Paradura del Niño ha trascendido el ámbito andino y se ha propagado por distintas ciudades del país. Esto motivado en parte al apego que han mantenido los andinos a esta tradición en las localidades donde se han visto obligados a migrar, así como por la amplia aceptación que se ha ganado esta tradición entre el gentilicio de otras regiones.




Tamunangue: Se realiza en pueblos y ciudades del estado Lara el 13 de Junio, aunque la celebración se extiende durante todo el mes en honor a San Antonio. Los campesinos le ruegan para que los libre de enfermedades y les envíe lluvias y buenas cosechas. La música del Tamunangue se ejecuta con uno o más cuatros, cincos, maracas y un tambor, además, comprende una serie de bailes de siete danzas.







Chichamaya: Con este nombre se designa al baile guajiro de la chicha, en el que al son de los toques de las casha (gran tambor de dos parches) las parejas bailan por turno. En esta danza la mujer le hace zancadilla al hombre para tratar de tumbarlo. Con esta tradición este grupo indígena da gracias a su Dios por proveer el maíz para hacer la chicha, uno de sus principales alimentos.






Fiestas de San Juan: Son celebradas en muchas comunidades de la costa. Comienza el 23 de Junio por la tarde. En medio del incesante ruido de tambores, el Santo es paseado devotamente por el mar en lanchas llenas de adornos. Por la noche de ese mismo día es el velorio o Noche Buena de San Juan, donde resuenan los golpes del tambor, se baila, se canta y se le hacen peticiones. En la madrugada, por considerar que las aguas aún están benditas, la gente va a bañarse al río más cercano llevando también la imagen del Santo para bañarlo devotamente en las orillas. La celebración culmina con la misa el 24 de Junio.






Parranda de San Pedro: Se celebra en Guarenas y Guatire poblaciones del Estado Miranda el 29 de Junio. Según la tradición, San Pedro hizo el milagro de curar a una niña enferma y desde entonces (Siglo XIX) su mamá, Doña María Ignacia salía con los demás parranderos a bailar en la procesión del Santo. Cuando murió María Ignacia, su esposo se vestía de mujer, para representar a Ignacia y danzar y cantar en honor a San Pedro. Estas danzas se hacen una vez concluida la misa cuando el sacerdote entrega a los devotos la imagen del Santo, los devotos bailan con el dentro de la iglesia y luego salen a recorrer las calles del pueblo.





El Pájaro Guarandol: Esta danza pertenece a las diversiones populares también llamadas teatro profano, lleva tres personajes principales: el Pájaro Guarandol, personaje que va metido en un armazón o lleva un gran pájaro en la cabeza, el cazador y el brujo.  Estos  van acompañados de la comparsa formada por un número indeterminado de muchachos que bailan y cantan. La danza consiste en que el cazador caza al Guarandol y éste cae muerto y el brujo lo resucita con sus poderes. La danza es libre y en ella cada intérprete despliega sus dotes naturales.






La Burriquita: Se trata de un baile de un solo personaje montado sobre un armazón que simula ser una burrita. El personaje va vestido de mujer con ancha falda, blusa y sombrero de cogollo. Con su baile imita los saltos, cabriolas y corcoveos del animal, lo cual se presta a una interpretación totalmente libre y personal.







Sambarambulé: Es un canto para matar la culebra. Se trata de una mezcla de acción dramática y momentos jocosos que giran al rededor de Arico (el picado por la culebra de trapo), de la hechicera que lo cura y de Francisco, que mata la culebra. Con el estribillo Sambarambulé,  se corta cada verso del canto de hechicera y de Francisco. En el centro de la acción hay además un largo parlamento cuando la culebra pica a Arico. La comparsa va acompañada de los tambores a cuyo compás se baila.








La Batalla:  Esta es una pieza independiente de las demás danzas del Tamunangue y es la que inicia propiamente esta expresión musical.
Esta danza suele ejecutarse por un dúo de hombres durante la procesión del santo en el cual simulan como una lucha de esgrima y para ello utilizan unas varas, las cuales se recogen previamente en el altar de San Antonio.









Fiesta de Cruz de Mayo: El motivo principal de la fiesta de la Cruz de Mayo en Venezuela y en otros países del mundo, es rendir a la Naturaleza un homenaje por ser en mayo la entrada de la estación de las lluvias, elemento propicio para la exaltación del ánimo telúrico, del cual disfrutan en conjunto personas animales y cosas; asimismo a una resurrección de la Naturaleza, a una reactivación de la vitalidad aletargada por la sequía; es una verdadera orgía de colores, de perfumes, de paisajes, de frescura..."

"En Venezuela, a partir del día 3 de Mayo y con características diferentes según la región, se venera la Cruz de Mayo, celebrándose en su honor numerosas ceremonias que son organizadas por Sociedades o Cofradías o por iniciativa particular, en las cuales se pagan promesas formuladas generalmente por motivos de salud o por devoción. Se improvisan altares donde se coloca la cruz en caminos, casas particulares o locales donde funcionan Sociedades de la Cruz..."




Fiesta de San Juan
: En Venezuela, los festejos en honor a San Juan Bautista revisten singular importancia, desde la época colonial hasta el presente.

La fecha establecida por la Iglesia para conmemorar al Santo coincide aproximadamente con el solsticio de invierno, ambas de gran trascendencia, en las que se reúnen diversas prácticas rituales paganas destinadas a avivar y/o conservar el brillo del sol, fuente principal de energía, reconocida y venerada por el hombre desde la antiguedad." 

"La fiesta a San Juan Bautista es de singular significación y fuerza en aquellas poblaciones donde el negro marcó su impronta. En Miranda, se festeja en la gran mayoría de los poblados de Barlovento, desde Caucagua hasta Cúpira y Río Chico; también en Guarenas, Guatire, Santa Lucía, Ocumare del Tuy, Tácata y Cúa, por nombrar algunos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario